lunes, 5 de marzo de 2012

Identidad en la fragilidad Latinoamericana Caribeña




Fragilidad      

Esculpiendo silencios desde las fragilidades.
Matando de nuevo las omnipotencias de estas llanas carnes bizarras del olvido.
Es que unos pájaros me han contado en la vuelta, me han sembrado con sus lagrimas nuevas y se han adueñado de mis cementerios, silenciando sus sin salida para brotarlos de nuevo.
Seduciendo a las serenas mañanas en que me amanezco y te estas mas halla de mis impotencias y me abrazas de nuevo con tu misterio hecho árbol en las laderas, donde aun me abismo.
Peleando voces en las nieblas de los sin nombre que una y otra vez me andan queriendo someter entre sus efímeras propuestas.
Ah si te abrazo seguro renuevo mi amor todavía fresco.
Si vuelvo a salirme y me experimente luz podré tenerme y acaso tenerte sin lastimarte.
Lasitud de la que renazco en brote.
Creaturidad de la que me sereno amanecido.
Lasitud de la que me creo con manos nuevas entre tanta espina amontonada y que antes me lesionaba entre rizo tas de muertos.
Canción azul desde mis manos enrarecidas de nueva pasión y silencio.
Fragilidad en los pueblos del hombre que se menea entre los fulgores que no le pertenecen y que no le dan ninguna pertenencia.
Fragilidad de los artistas en su nuevo óleo que despierta.
Fragilidad de la nonata madre.
Precariedad y finitud de los pequeños pies que buscan sostenerse desde algún desfiladero de piedra.
Rocío expuesto a los soles que lo trascienden.
Doliéndome de nuevo entre la fragilidad y la fuerza de los ecos que encuentro después de haber dado otras vueltas.






Dispuesto en la fragilidad en que me reconozco, como un poema que salta a tenerte y tenerse.
La noche era en el sueño y el sueño fue en la noche una hechura ya sin tiempo, ya sin los mordiscos de las marquesinas.
Voluntad del amor en una hoja que se descuelga del árbol de la vida nueva.
Hombre nuevo en frágil concierto, sinfónicas mariposas que han conocido los fuegos.
Coros que te sacuden en la barca en que navego en la que te sumerjo cuando tan solo te amo.
Cuando tan solo te amo.
La romanza me ha tomado en la noche en que me debía al sueño gallardo.
Soez de mi piel que pareciera endurecerse, hasta que encuentra su nuevo ocaso donde se macera estallido.
De que me valen los pasados si me colapso culpa, si me arrimo al hades de mis solemnes irrealidades.
Serme en la puerta en el umbral de mis sentidos un poco mano, otra ternura de lluvia, entrega.
Soy en la entrega.
Ramificándome en una guitarra que me seduce sonido y espacio.
Encontrándome en el bálago que suena en mi interior y me sisea.
Cuando hizo silencio el cosmos devino fragilidad en la hondonada de una mujer que daba a luz lo imposible ante los cerebros mezquinos de siempre.
El perfume del silencio acaeció en la barcaza frágil de los hombres y del absurdo surgió lo posible, la mano que retiraba la careta de lo aparente omnipotente cedió ante las horas que decretaban su final.
Halla en esos tiempos los pensantes celebraban sus logros sudados entre las carnes de los pobres que todavía cantan en las nubes con los coros de los niños desaparecidos.
El poeta hizo un espacio entre sus deciros y los que lo apretaban hasta despojarlo de su tan propia identidad resurgió en una nueva mirada.
Un nuevo poema bramo desde los abismos que aquel barco frágil había explorado.
Cuando el mago se apresuro boquiabierto ante la luz que lo superaba, se abrió una nueva centella entre lo imposible y lo inerte.
Fragilidad en los techos de barro de los pobres.
Cielo al revés de los niños en el patio.
Tango, capricho del artista que en el ocaso sueña.
Cuando hizo silencio el cosmos devino color sobre la atolondrada tierra, marco el tiempo un sin tiempo errático en la carita de una niña que lo esperaba todo y lo tuve todo en su vientre de mimbre fresco.


Ale 2008-05-04








Identidades.

Sonaras siempre vieja astilla
Sobre las sangres te estas atontada, buscando un lugar sin lugar.
Crepitando en las manos del niño, que se mece en tu cuna de lagrima.
Identidad de un pueblo amanecido en la batalla que se ha entroncado con su cerviz dolida.
Cañada es tu historia sobre la era de tu mordisco adormecido por un loco.
Siempre te han querido matar vieja india de la tierra, golpearte cuando menos lo esperabas. Copla y traición en tu misma mesa.
Que linda estas cuando vas a la fiesta de tus encuentros, orgullosa de tus trenzas de arcilla.
Hondura de madre sobre tu cola nueva y en la piedra tu nombre, sobre la grava que te destierra.
Que hermosa y como duele serte en la tierra de tus dichas calientes a la hora de la cena.
Gesta de tiempos.
Malditos payasos te asolan y te enarbolan entre rezos sucios.
Pertenencia entre tus rondas de cuarzo.
Cáliz de los dedos de un pueblo tiznado por los macabros del águila que te desea y nunca te tiene.
Que linda estas morenita con ojos de silencio y brocal de trigo fresco, hecho alimento de la identidad en tu nuevo pueblo.


Ale 2008-04-13